El Congreso de Estados Unidos llegó recientemente a un acuerdo sobre los presupuestos nacionales para 2018. Entre otras cosas, el documento prevé la inversión de 4.600 millones de dólares en medidas para 'contrarrestar' a Rusia.
El especialista militar Iván Konoválov expresó en un comentario a Sputnik que la mayor parte de estos fondos se destinará a la 'guerra mediática' contra Moscú.
Es absolutamente obvio que la mayor parte de este monto irá a parar a diferentes tipos de operaciones psicológicas y mediáticas. Es [una práctica] bastante común en el Pentágono, forma parte de la guerra subsidiaria, que es muy popular en Occidente", declaró.
El entrevistado explicó que se trataría de operaciones encaminadas a manchar la reputación de Rusia. Además, el dinero será puesto sobre la mesa para el apoyo mediático a la presencia de tropas estadounidenses en Europa y su despliegue a lo largo de las fronteras de Rusia.
Konoválov profundizó que esto presupone una manipulación mediática a gran escala de la opinión pública europea. Otra parte del dinero puede ser dirigida al apoyo logístico, por ejemplo, de los centros de reconocimiento de la OTAN, desplegados en Europa del Este.
Los países del Báltico pueden gastar una parte de este dinero en el desarrollo de su infraestructura militar cerca las fronteras de Rusia, y también para agravar la histeria antirrusa, que ya ha alcanzado de por sí niveles altísimos, concluyó Konoválov.
El entrevistado explicó que se trataría de operaciones encaminadas a manchar la reputación de Rusia. Además, el dinero será puesto sobre la mesa para el apoyo mediático a la presencia de tropas estadounidenses en Europa y su despliegue a lo largo de las fronteras de Rusia.
Konoválov profundizó que esto presupone una manipulación mediática a gran escala de la opinión pública europea. Otra parte del dinero puede ser dirigida al apoyo logístico, por ejemplo, de los centros de reconocimiento de la OTAN, desplegados en Europa del Este.
Los países del Báltico pueden gastar una parte de este dinero en el desarrollo de su infraestructura militar cerca las fronteras de Rusia, y también para agravar la histeria antirrusa, que ya ha alcanzado de por sí niveles altísimos, concluyó Konoválov.
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