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sábado, 14 de octubre de 2017

China tiene en sus manos el talón de Aquiles de la Defensa de EE.UU.

La industria militar estadounidense depende totalmente de Pekín para abastecerse de una materia prima clave, revela un antiguo responsable de la logística del Ejército.



China es percibida en el Pentágono como uno de los principales potenciales enemigos de Estados Unidos. Sin embargo, el país norteamericano depende completamente de Pekín para abastecerse de tierras raras, una clase muy especial de materia prima que puede considerarse estratégica.

Según ha revelado Dean Popps, antiguo subsecretario del Ejército de EE.UU. para Adquisición, Logística y Tecnología, la última mina de tierras raras en suelo estadounidense se cerró en 2015, y este junio la última fábrica que procesa estos materiales fue vendida a una compañía minera china por 20 millones de dólares. Por tanto, China es actualmente el único jugador en el mercado americano de tierras raras.

Las tierras raras son 17 elementos químicos escasos en la corteza terrestre, pero muy importantes para la tecnología punta y especialmente para la industria militar, recuerda el artículo de Popps en la revista 'The National Interest'. "Desde el programa Joint Strike Fighter [para un avión de caza táctico] hasta el bombardero estratégico de nueva generación B21, desde la aviónica hasta las computadoras, los elementos raros son indispensables para la superioridad militar de EE.UU", afirma el autor.

No obstante, el Pentágono ni siquiera ha podido evaluar su demanda de tierras raras para el futuro próximo. Popps admite que en la actualidad no se reconoce la importancia de estos elementos, que en diminutas cantidades de solo 2 dólares de coste pueden resultar vitales para plataformas de miles de millones. El alcance de la importancia de estos materiales solo podrá apreciarse "cuando nuestros adversarios corten el suministro aprovechando nuestra mayor vulnerabilidad".

El exfuncionario afirma que China ya recurrió a esta "palanca geopolítica" en 2010. En medio de la disputa territorial con Japón por las islas Senkaku, Pekín redujo sus exportaciones de tierras raras, disparando los precios hasta un 600%. "Creer que China seguirá proporcionándonos los materiales necesarios para derrotarlos es irresponsable e ingenuo", afirma el autor, poniendo al descubierto las intenciones agresivas de EE.UU. respecto a Pekín.

Popps califica de "talón de Aquiles" de la Defensa estadounidense esta dependencia del otro lado del Pacífico en lo que respecta al abastecimiento de tierras raras. En su opinión, lo que provocó el problema son los "25 años de la equivocada política de globalización".

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